Esta prueba se utiliza principalmente para saber si el síncope vasovagal es la causa de desmayos e investigar otra posible causa.
Básicamente la prueba de la mesa inclinada se basa en inducir una reacción tipo vasovagal en el paciente.
El síncope vasovagal sucede en pacientes que inicialmente tienen una respuesta normal pero muestran una incapacidad para mantener la presión arterial y la perfusión cerebral debida a anormalidades de la regulación autonómica. El porcentaje de resultados positivos del tilt test en el grupo de pacientes con síncope oscila, en promedio, entre el 26% y el 75% de los casos.
El síncope vasovagal no debe de ser confundido con la hipotensión ortostática, la cual es manifestada durante la prueba por una súbita caída en la presión arterial tan pronto como el paciente es colocado en posición vertical.
Si la presión arterial cae demasiado bajo, no habrá flujo de sangre al cerebro y la persona se desmayará. Cuando la persona se desmaya se le pone inmediatamente en un posición horizontal así es más fácil que la sangre logre llegar al cerebro y la persona despierte.
Procedimiento
Se le pide al paciente se recueste en una mesa especial con capacidad de inclinación y es sujetado por medio de correas de seguridad tanto sobre el pecho como por las piernas, de la misma manera que es usado para una persona que ha perjudicado su médula espinal. Esta mesa permite poner al paciente de una posición horizontal total a una posición vertical total, sin ningún esfuerzo para él.
Se le inserta un catéter intravenoso en un brazo y un brazalete para medir la presión arterial en el otro, se le ponen una serie de electrodos en el pecho para monitorear el ritmo cardiaco con un aparato electrocardiógrafo para obtener electrocardiogramas en todo momento de la prueba y así conocer la respuesta cardiaca en tiempo real. Al iniciar, el paciente estará recostado boca arriba sobre la mesa en posición horizontal. Después el médico inclinará la mesa hasta que la cabeza del paciente quede en posición vertical, entre 60 y 80 grados y permanece así durante 20 o 30 minutos con monitoreo del ritmo cardiaco y la presión arterial antes de regresarlo a la posición horizontal. En este periodo inicial no se utiliza ningún tipo de fármaco (Fase I). En esta fase el paciente deberá informar al médico si se presentan los mismos síntomas previos a un desmayo habitual, si al finalizar esta etapa no se presentaron síntomas clínicos ni alteraciones de la presión arterial o la frecuencia cardíaca, el paciente se vuelve a la posición supina y se inicia una segunda etapa en la cual se utiliza una provocación farmacológica (Fase II) usualmente Isuprel (cloruro de isoproterenol que es un broncodilatador que actúa como amina simpaticomimética) se le es aplicado por vía venosa al paciente o nitratos sub-linguales asociados de nuevo al mismo grado de inclinación de la primera fase.